Durante años, enfrenté la batalla de tener un peque con selectividad alimentaria. Sin embargo, no fue hasta que comencé a estudiar la integración sensorial para ayudar a mi otra peque - por razones diferentes - que encontré las herramientas adecuadas para ayudarle con sus hábitos alimenticios selectivos.

Recuerdo claramente un momento crucial en esta travesía: mi peque era tan selectivo que tuve que crear muffins especiales, cargadas con todos los nutrientes que necesitaba, porque de lo contrario, simplemente no quería comer. Pero la historia no termina ahí. Para su segundo cumpleaños, olvidamos los ingredientes para hacer esos muffins especiales mientras estábamos de vacaciones en un hotel. Después de una carrera frenética al supermercado, recurrimos al personal del hotel para que hicieran esos muffins especiales, ¡porque sabíamos que él no comería nada más!

Esta experiencia me ha permitido entender a fondo los desafíos que enfrentan las madres con peques con selectividad alimentaria y cómo la integración sensorial puede marcar la diferencia. Ahora, quiero compartir contigo todo lo que he aprendido para que también puedas lograr el mismo éxito con tu peque.